Friday, May 27, 2011

Buenas cervezas, mejor compañía

A pesar de la seriedad en la foto
estamos hablando de cerveza
y no del desarme nucelear
Llegue y habían como unas 15 personas. Ya conocía a algunos. Alguien (que después supe que se llama Américo) apuntó mis dos cervecitas en una libreta. Las que lleve para probar fueron  una “red ale” a la que le puse nombre: La Kolora y mi cerveza favorita que es una doppelbock clon de una Adventinus a la que llamo Linda Mujer.


Fuimos probando una a una las alrededor de 20 cervezas que se llevaron. En general todas estaban muy buenas. La verdad que con un poco de atención a lo que haces y siguiendo unos principios básicos es difícil joder una cerveza casera. Menciono que en general todas estaban buenas porque lo que más que puede suceder es no te guste algún estilo de cerveza. A mí no me pasa (gracias a Lúpulo) así que disfrute de todas las cervezas.Claro, unas resaltaron más que otras y se llevaron variados comentarios.

La Czech Pilsen (Norris Pilsen creo que se llama) fue la primera que probé. Esta ya había tenido el placer de disfrutarla pero comenzar la noche con la misma fue una delicia. La noche prometía.

Ante una atenta concurrencia Frank
explica como ha decidido dedicarse
al "planking"
Hay que mencionar una cerveza que trajo el dueño de la Taberna del Lúpulo, Chris Hoppe, que fue de las más extraña que probé esa noche. Era una especie de cerveza medicinal con un sabor que no esperarías en una cerveza. Luego del primer golpe de sabor la segunda probada ya encontraba un paladar acostumbrado al sabor lo que hacía poder apreciarla mejor.

Para mi orgullo ambas cervezas que lleve encontraron un público que las aprecio. Eso al menos me pareció.

Pero sin duda alguna mi favorita fue una CIPA (espero se escriba así). Para los que hemos tenido la dicha de oler lúpulos (yo solo en pellets) tenemos que haber apreciado esta cerveza confeccionada por Raymond. ¿Les ha pasado que algo sabe como huele? Eso fue lo que sucedió con esa cerveza. Y para nuestra dicha olía a los lúpulos justo antes de echarlos en nuestro “wort” y sabía a lo que huelen luego de los primeros minutos de echarlos en este. Cometí el error de no preguntar si tenía una cervecita para intercambio como hice con la Raison d'Bleue de Américo. (Raymond si estás leyendo esto es una indirecta, si no te quedan pasa la receta ¡plis!)

Americo sirviendo La Kolora
mientras yo intento decir algo que
suene como que se algo de cervezas
Pero todo esto fue una simple introducción para la cerveza esperada de la noche: Mandingo.

Esta Stout es todo lo que su nombre indica. Fuerte, grande y abusador. Gracias a que utilizaron “specialty grains” durante su fermentación esta no solo acentuó su sabor sino además su color.

Fue una gran noche. Y como mencione cuando me tuve que ir (por necesidad y no por elección) lo bueno de las cervezas no solamente radica en su sabor si no en con quien las disfrutas… o algo así. 

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